Empezaba nuestro primer día por tierras jordanas y no podíamos estar más emocionados. Teníamos unas ganas locas de visitar este país y había llegado el momento. Nos esperaban jornadas llenas de sorpresas, mucha historia, una comida deliciosa y lugares increíbles. Este país árabe estaba a punto de mostrarnos su más pura esencia, para ello tocaba adentrarse en una cultura tan diferente como apasionante que, después de haber visitado diferentes países árabes, es algo que nos sigue cautivando hoy en día.
Madaba
Nuestro primer contacto con este país árabe a orillas del río Jordán sería la visita a Madaba. Es conocida como la Ciudad de los Mosaicos por la existencia de una gran colección de éstos de las épocas bizantina y omeya.
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Iglesia de San Jorge
En esta iglesia se encuentra el mosaico más conocido y se trata del mapa de la ciudad de Madaba que cubre el suelo de dicha iglesia bizantina. Es la representación cartográfica más antigua que se conserva de Jerusalén y de la Tierra Santa.
La iglesia de San Jorge se encuentra en el centro de la ciudad y el horario de visita es de 8:00 a 17:00 horas. La entrada cuesta 1 JD.
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Capilla de la Decapitación de San Juan Bautista
Podéis visitar esta iglesia y bajar a sus catacumbas donde descubriréis antiguos vestigios de donde vivían los cristianos épocas atrás. También cuenta con varios mosaicos típicos de Madaba.
Existe la posibilidad de subir al campanario por unas estrechas escaleras, para apreciar desde arriba una panorámica 360° de la ciudad.
Monte Nebo
Continuando la ruta y a escasos 10 kms llegamos a nuestro siguiente destino, el Monte Nebo. Es un pico de 817 metros que se encuentra a las afueras de Madaba y es un importante lugar bíblico. Desde este monte es desde donde Moisés divisó Tierra Santa. Las vistas desde el mirador son impresionantes y en días claros se puede ver Jersusalén, el mar Muerto e incluso el río Jordán. La entrada cuesta 2 JD y se puede ver:
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Basílica de Moisés y museo con mosaicos
Fue creada en memoria del profeta y por fuera tiene una estética muy moderna. Hay un pequeño museo de mosaicos donde apreciar lo minucioso y laborioso de su trabajo.
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The Brazen Serpent Monument
Es obra de Giovanni Fantoni y el monumento representa la serpiente que erigió Moisés para sanar a quienes la miraran.
Ma’in Hot Springs
Volvemos a arrancar motores para dirigirnos 33 kms hacia el suroeste, acercándonos cada vez más al Mar Muerto, pero antes nuestra parada sería Ma’in Hot Springs.
Son unas cascadas y un conjunto de aguas termales que se encuentran entre Madaba y el Mar Muerto. La entrada cuesta 15 JD. Parece mentira que con el paisaje tan seco y desértico que íbamos recorriendo, apareciese esta especie de oasis para poder remojarnos, eso sí, lo de refrescaros no os lo aseguramos porque las aguas suelen estar a elevadas temperaturas. De cualquier manera, siempre es agradable ponerse un ratito a remojo.
Mar Muerto
Y para finalizar el día llegamos a nuestro último punto, el ansiado Mar Muerto. Sin duda un gran reclamo turístico y nuestro colofón final para acabar la jornada. Nos alojamos en Dead Sea Spa Hotel y lo disfrutamos muchísimo. Un gran complejo con todos los servicios y buena animación nocturna.
Pero lo importante no era eso, teníamos unas ganas tremendas de sentir la sensación de flotar en el mar de una manera exagerada ¿sería como lo habíamos imaginado en nuestra cabeza?… No había tiempo que perder, así que nos cambiamos y en pocos minutos ya estábamos pisando la arena e inspeccionando el terreno.
Sin pensarlo dos veces nos metimos al agua, despacio y pendientes de cualquier sensación curiosa y allí llegó, al dejarnos caer hacia atrás, inmediatamente el cuerpo se fue elevando hasta quedar flotando con algunas partes del cuerpo por fuera del agua, era increíble. Las aguas son hipersalinas lo que favorece que se flote con más facilidad. El agua estaba caliente así que solo quedaba jugar con el agua y con esa extraña gravedad. ¡Quién nos diría que es posible leer la prensa tumbados flotando en el agua!
En la orilla podéis encontrar zonas con barro negro que es muy rico en minerales y con unas propiedades muy beneficiosas para diferentes tratamientos cosméticos y terapéuticos. Había que probarlo y embadurnarse de arriba a abajo. Después de estar un buen rato con esa mascarilla corporal, nos aclaramos en el mar frotando el barro para finalmente quedar con la piel increíblemente suave. ¡Ojo! si os aclaráis la cara cuidado con meteros agua en los ojos, escuece muchísimo; igual que si tenéis alguna herida, os aseguramos que podéis ver las estrellas.
Esperamos hasta la puesta de sol para vivir este momento mágico en un lugar tan especial.
