Día 7: Los castillos del desierto – Ammán

Hoy amanecíamos en Ammán pero con idea de alejarnos un poco durante unas horas. Nuestro plan era ir a visitar castillos, una de las cosas que más nos gusta siempre que hay alguno cerca. En este caso existen una serie de castillos conocidos como los castillos del desierto. Esta expresión engloba una veintena de pequeños castillos, palacios y otras construcciones repartidas por el desierto oriental de Jordania. Después volveríamos a Ammán para visitar y descubrir sus rincones.

Ruta de los castillos del desierto

De camino hacia los castillos, las vistas eran totalmente llanas y desérticas y con algunos puntos clave que hacen que recuerdes dónde estás y las complicadas situaciones de conflicto que se han vivido y se viven sin duda en esas zonas. Una señal nos indicaba lo relativamente cerca que estábamos de Irak y de Arabia Saudita.

También un campo de refugiados cerca de la carretera y militares armados en pleno camino, te vuelven a recordar dónde estás y lo complicado del asunto. Aunque no estemos acostumbrados a ello, allí es lo normal y sin duda son zonas seguras para viajar a pesar de que haya cosas que nos impacten más. Aquí os dejamos los castillos que visitamos:

  • Qasr Al Azraq

  • Qusair Amra

  • Qasr Kharana

Ammán

Ya en la capital jordana, se notaba que el ambiente y el bullicio crecía por momentos. Es una ciudad moderna que cuenta con cantidad de ruinas antiguas lo que la enriquece más si cabe. El ritmo en las calles es frenético y el simple hecho de cruzar una carretera de un lado a otro, se convierte en un auténtico reto. Conducir por la ciudad requiere despertar todos los sentidos al máximo nivel y controlar con mil ojos todo, únicamente hay que tener paciencia y hacer oídos sordos a tantas bocinas que suenan a la vez y se vuelven la banda sonora en algunos puntos.

Os mostramos a continuación los puntos importantes de nuestra visita a Ammán:

  • Mezquita King Abdullah I

Es uno de los símbolos de la ciudad y un reclamo turístico. Sin duda tiene una estética inconfundible con su bonita cúpula de mosaicos azules  y sus dos minaretes. Fue construida entre 1982 y 1989 y tiene una capacidad para 3000 personas. Recibe su nombre por el rey jordano Abdullah I.

Cuando entráis en el recinto os indicarán que tenéis que bajar a la parte inferior donde está la tienda. Allí, os venden la entrada para la Mezquita (2JD) y dan a las mujeres una túnica para poder acceder. Bajo esa enorme cúpula se encuentra la sala de oración de los hombres y en la parte exterior, otra sala similar pero más pequeña, para las mujeres.

La arquitectura de la Mezquita es impresionante, así como sus interiores con una gran acústica. En la parte inferior de la Mezquita, también podéis visitar el Museo de historia y religión islámica.

Terminamos la visita y ya habíamos hecho hambre así que buscamos una recomendación que llevábamos apuntada. Es el restaurante Hashem, donde disfrutar de los sabores de la tierra en un ambiente muy casero y local.

  • Teatro Romano

Después de coger fuerzas con productos típicos del país, visitamos el Teatro Romano. La entrada está también incluida en el Jordan Pass. Se encuentra en plena ciudad de Ammán y está muy bien conservado, teniendo en cuenta que fue construido en el siglo II. Sus dimensiones son espectaculares y tiene una capacidad de 6000 espectadores. Al igual que comentamos sobre el Teatro Nabateo de Petra, su orientación se dispuso hacia el norte para que el sol no molestase a los espectadores.

Destaca su buena acústica de la que podréis ser testigos, pues desde cualquier punto escucharéis las conversaciones del resto de turistas 😜. Si subís a su parte más alta impresiona su altura y tendréis unas amplias vistas de la ciudad.

En la zona baja del Teatro también podéis visitar el Museo Jordano de Tradiciones Populares, donde se muestran trajes típicos y algunos objetos pertenecientes a la cultura tradicional jordana.

  • Ciudadela

Nuestra siguiente parada sería la Ciudadela, ubicada en la parte alta de la ciudad y donde se encuentra otro de los puntos con ruinas antiguas dentro de Ammán. Es una especie de museo al aire libre donde se respira mucha historia de épocas muy antiguas. Está incluido en el Jordan Pass.

Entre estos restos históricos podemos encontrar el Templo de Hércules. Como si estuviésemos en la propia Roma siglos atrás, encontramos piedras y columnas, restos de lo que en su día fuera un gran templo dedicado a Hércules.

También nos encontramos con el Palacio Omeya, construido durante la primera mitad del siglo VIII. Su estado de conservación es muy bueno y su cúpula interior, aunque reconstruida, es impresionante.

En la Ciudadela encontramos también el Museo Arqueológico de Jordania que alberga objetos que datan desde la prehistoria hasta el siglo XV. También cuenta con una colección de monedas.

No cabe duda que la ubicación de la Ciudadela de Ammán goza de unas vistas espectaculares. Es una especie de terraza natural que ofrece una panorámica de toda la capital.

El día iba llegando a su fin y con ello el final del viaje. Siempre da mucha pena que se acabe y tener que volver a casa, pero hay que quedarse con lo bueno, habíamos descubierto un país realmente increíble que había superado con creces todas nuestras expectativas. Pero antes de irnos a descansar para iniciar al día siguiente el rumbo a España, había que ultimar las horas sintiendo el auténtico ambiente de las calles y los comercios de la ciudad. Un paseo francamente enriquecedor.

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