Disfruta de un día en La Graciosa

Disfruta de un día en La Graciosa

Si te encuentras pasando unos días en Lanzarote, no dudes en cruzar un día a La Graciosa y disfrutar de sus playas recorriendo en bici la isla. Es una isla muy salvaje y no existe circulación de vehículos porque no hay carreteras. Únicamente puedes encontrar alguno puntual y los típicos 4×4 que transportan a los turistas a diferentes puntos si deciden no ir en bici.

Lo primero que tienes que hacer para coger el billete del ferry, es acercarte al puerto de Órzola, al norte de Lanzarote. Allí encontrarás dos empresas de ferry: Líneas Romero y Biosfera Express. El precio para dos personas ida y vuelta es de 26€, pero si lo coges el día anterior o incluso antes, te hacen descuento y pagas 20€.

Cada empresa tiene unos horarios, una suele salir a las horas en punto y la otra a las y media. Como es lógico y para aprovechar el día al máximo, es preferible coger de los primeros a la ida y de los últimos a la vuelta.  Para aparcar el coche en la zona del puerto, cada empresa tiene unos parkings privados a pocos metros de las taquillas, donde dejar el coche durante toda la jornada sin problema.

La duración del trayecto es de media hora aproximadamente. Recomendamos a la ida sentarse en la parte izquierda del ferry, puesto que en este trayecto se pasa cerca de unas zonas rocosas de acantilados y se ve y se fotografía mucho mejor, no se llega a hacer una parada pero se ralentiza la velocidad para disfrutar unos momentos de las vistas. De la misma manera, a la vuelta mejor en la parte derecha.

A la llegada a la isla de La Graciosa llegas a Caleta de Sebo, la población principal de La Graciosa y cuyo puerto supone la única puerta de entrada y salida de la isla.

Allí mismo encontrarás diferentes tiendas de alquiler de bicis. Si tu idea es recorrer la isla sobre dos ruedas, no dudes en acercarte cuanto antes, porque todo el mundo va a lo mismo. El alquiler de la bici para todo el día cuesta 10€, así que si todo te cuadra firmas el contrato y a empezar a pedalear.

Hay diferentes caminos que puedes elegir, nosotros en primer lugar decidimos ir a la Playa de las Conchas, a unos 6 km de Caleta de Sebo. El terreno es pedregoso y de arena, con subidas y bajadas por lo que el cambio de platos y piñones en la bici es continuo. Llegamos a nuestro destino y dejamos la bici en el aparcamiento que hay durante un buen tiempo, pues nuestra idea era pasar un rato en la playa y subir a Montaña Bermeja, inconfundible por su color rojizo, para otear desde allí arriba aquella preciosidad de playa y la isla en general.

 

La subida a Montaña Bermeja es sencilla, mucha piedra y buena pendiente pero nada que no lo recompense el momento de estar arriba respirando aire puro y sintiendo el mundo bajo tus pies. La subida se  puede empezar desde la propia playa, donde se ve el camino ascendente, y la bajada hacerla por la otra cara de la montaña que llega directamente al parking para coger la bici de nuevo.

 

Ya de vuelta por el mismo camino de ida, hicimos parada en Baja del Ganado, una playa salvaje que mezcla su arena blanca y sus aguas turquesas con el negro volcánico de sus rocas. Es una parada imprescindible y destaca por su vistas a Montaña Clara, un islote deshabitado cercano a La Graciosa.

De vuelta a los pedales, seguimos hasta Caleta de Sebo para comer. Dejamos las bicis en el callejón detrás de la tienda de alquiler, donde te explican que hay que dejarlas y buscamos un sitio para comer. Hay muchas opciones, incluso la de llevarte el pic-nic y comer en alguna playa, pero nosotros no lo llevábamos así que nos sentamos a comer en una terracita al sol.

Durante la jornada tienes que calcular bien los tiempos porque entre ir, volver, subir, bajar, parar y demás hay que tener en cuenta que hay que estar a tiempo para el ferry de vuelta. Nosotros después de comer ya no cogimos la bici y comenzamos a caminar hacia Playa Francesa, a 3,5 km del puerto, pero vimos q ya era demasiado tarde para ir y volver, por lo que nos quedamos relajados en una playa larga de piedras y arena blanca antes de Playa Francesa, por la zona del Camping.

Entre otras opciones de la isla están también Playa de la Cocina, a 3,5 km seguida de Playa Francesa. Playa Lambra, en el norte de la isla; Pedro Barba, segundo de los núcleos urbanos de la isla y situado a 6 km de Caleta de Sebo; o Barraco de los Conejos, un lugar escondido y relajante con una playa tranquila de aguas cristalinas, situado cerca del núcleo de Pedro Barba.

A nosotros nos tocaba ya coger el ferry de vuelta a Lanzarote, después de una jornada de pedales e instantáneas increíbles. Cuando abandonas un lugar con una sonrisa, se convierte en uno de esos sitios que seguramente no sea la última vez que veas. Así que… volveremos, que no os quepa la menor duda.

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