Cualquier destino es bueno cuando se trata de escapar unos días de la rutina y coger aire. En este caso, optamos por tierras gallegas, para realizar una Escapada de 3 días por la provincia de Ourense. La idea era callejear y respirar el encanto de sus pueblos y rincones, así como disfrutar de la naturaleza que emerge entre los Cañones del río Sil, descubriendo la Ribeira Sacra, haciendo rutas a pie en un entorno incomparable. Pusimos a punto la furgo y emprendimos la marcha.
También hay cabida para los amantes del vino, pues es una zona privilegiada para degustar el manjar de la vid, aunque en nuestro caso, el tiempo no nos permitió explorar ese campo.
LLEGADA- MONTERREY- VERÍN
Llegamos a Verín sobre las 20h, y a pesar de que era un poco tarde ya para visitas, pudimos pasear por el Castillo de Monterrey, declarado monumento nacional y uno de los castillos mejores conservados de Galicia.
DÍA 1: BAIXA LIMIA – SERRA DO XURÉS – A MERCA – ALLARIZ – CARBALLINO
Para comenzar la ruta hay que llegar hasta el Balneario de Lobios, que está situado unos kilómetros después del propio pueblo.
Fuimos por la Rúa Entreascercas, paralelos a los restos de la muralla, hasta la escultura de la Festa Do Boi (Fiesta del buey que se celebra el fin de semana del Corpus Cristi y está declarada de interés turístico de Galicia).
Continuamos hacia Carballino, considerada como la capital del pulpo. Nos separaban unos 46 km aproximadamente.
Al llegar fuimos al Templo de la Veracruz construido en su totalidad por materiales de la comarca, en especial granito y pizarra.
DÍA 2: RIBADAVIA – OURENSE
Salimos de Carballino dirección Ribadavia, en poco más de veinte minutos llegaríamos a destino. Nos esperaba una villa medieval llena de rincones con encanto.
Paseamos por su casco histórico y su judería, la más relevante de Galicia, tanto por la importancia que tuvo como por su estado de conservación. Inmortalizamos también su fortaleza medieval. Es de esos pueblos en los que respiras historia y cierta magia.
Visitamos La Catedral (gratuita), la Plaza do Ferro, la Plaza de Los Suaves, mítica banda de rock español de origen orensano, y la Plaza Mayor, llena de vida y con mucho ambiente.
Había que bajar la comida, así que fuimos paseando al Puente Romano y de ahí, al Puente del Milenio. Para ir desde el uno hasta el otro puedes caminar por la parte de abajo junto al río, donde hay un sendero y jardín. Es una zona verde y amplia.
Antes de acabar la tarde nos quedaba la visita del Claustro de San Francisco, como la mayoría de las visitas que hicimos, gratuita. Es de estilo románico-gótico y es el más autóctono y completo de Galicia.
Por lo que nos explicaron allí, el claustro tiene algo único que lo caracteriza y es la decoración que se concentra en los arcos y en los capiteles, cuya temática varía desde representaciones vegetales hasta animales fantásticos y reales y seres humanos.
En Ourense es muy habitual la visita a las termas. En este caso, no hemos pillado buena época para su uso por el tema del coronavirus. De todas formas pudimos encontrar las termas As Burgas en el propio casco antiguo y comprobar la alta temperatura del agua de las fuentes que se encuentran allí mismo, unos 60°C ni más ni menos.
También están las termas de Chavasqueira, Canedo y Outariz, al otro lado del río, si te encuentras en la zona del casco antiguo. Tocará volver algún invierno para disfrutarlas.
DÍA 3: MONASTERIO DE LAS ROCAS – RIBEIRA SACRA
Tomamos un buen desayuno de campeones y nos encaminamos hacia el Monasterio de las Rocas. En escasos 5 km llegamos a destino por una carretera en mitad del bosque y con bastantes curvas.
Se trata de un recinto muy antiguo y único por estar excavado en roca natural. Su origen se remonta al año 573 y fueron sus fundadores, quienes eligieron este enclave para retirarse a una vida de oración.
Tras la visita nos fuimos al Monasterio de Santo Estevo de Ribas del Sil. En la actualidad está en desuso y convertido en Parador Nacional.
El monasterio está ubicado en pleno Cañón del Sil, así que lo que tocaba ahora era ir buscando los miradores que teníamos apuntados para ver los “Fiordos Gallegos”.
- Mirador Pe do Home: Este mirador no está pegado a la carretera, lo que hace que sea uno de los miradores menos frecuentados. Se encuentra a 1,6 Km del parking. Pese a todo, le hace estar en la lista de uno de los miradores más bonitos, ya que te permite ver la parte más profunda del cañón con paredes verticales que en algunos puntos superan los 500m.
- Mirador de Vilouxe: En el pueblo de Vilouxe. El coche debe dejarse en la entrada del pueblo junto a la capilla y desde allí seguir la multitud de indicaciones que hay y que te llevan hasta el mirador. En 450 m se llega.
- Mirador de Cabezoas: Este mirador se encuentra junto a la carretera, cosa que también se agradece. Ofrece una panorámica muy bonita del cañón y de la curva que forma el río Sil.
Ya eran las 15:30 así que antes de seguir con los miradores, paramos en Parada del Sil, y es que no puede tener un nombre más adecuado.
Miramos varias opciones y el Restaurante Casa Mercedes fue el único que nos daba de comer a esas horas y casi sin esperar, todo un acierto.
Pimientos del padrón, oreja guisada y un buen entrecot de vaca gallega para cada uno, junto con 2 trozos de tarta de queso. Todo más que perfecto.
- Balcones de Madrid: Están a 1 Km en coche del propio pueblo de Parada del Sil. Es uno de los más famosos. Son dos pasarelas de madera que la verdad es que se mueven bastante y de hecho está limitado el número de personas sobre la propia estructura. Las vistas, como en la mayoría, espectaculares.
Dejamos los miradores por un momento para visitar otros puntos de interés como el Monasterio de Santa Cristina.
La ruta comienza en la Fábrica de la luz, antiguo edificio de Central Hidroeléctrica reconvertido en cantina y albergue.
- Mirador Peña de Matacás: Último mirador de la ruta. Mirador espectacular y poco conocido. Remodelado desde 2019 con un balcón sobre el vacío que permite ver a mano derecha los viñedos, que pertenecen a la provincia de Lugo y a la izquierda la provincia de Ourense. A nuestros pies, varios embarcaderos donde se pueden hacer rutas fluviales.
Pd: Plano del Cañón del Sil por si os habéis quedado con ganas de más miradores.