La provincia de Salamanca cuenta con una gran riqueza patrimonial, hecho que se ve reflejado en la cantidad de municipios denominados Conjuntos Históricos con los que cuenta. Dichos puntos históricos se extienden por toda la provincia, concentrándose la mayor parte de ellos en la Sierra de Francia y en la Sierra de Béjar, en el sur de la provincia. La propia capital es también uno de los mencionados Conjuntos Históricos, que ostenta además el título de Patrimonio de la Humanidad.
A continuación vamos a realizar un completo recorrido por los 16 Conjuntos Históricos de Salamanca, su historia y sus rincones más destacados.
1. Salamanca
Es una ciudad que rebosa historia por los cuatro costados. Su casco antiguo está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y cuenta con la Universidad en activo más antigua de España.
Paseando por la ciudad encontraréis edificios imponentes que merecen una visita, tales como sus dos Catedrales y sus torres (Ieronimus), las Torres de la Clerecía, la Casa de las Conchas o la Universidad. Así como lugares de relax como el Huerto de Calisto y Melibea o en contraposición lugares con mucho ambiente como su Plaza Mayor.
Si queréis más información detallada, aquí os dejamos nuestra visita a Salamanca en 2 días.
2. Alba de Tormes
A orillas del río Tormes se extiende esta localidad que acabó convertida en la capital del ducado más influyente de la historia de España. Entre los elementos más destacados están el torreón medieval y el Castillo de los Duques, lo que evidencia la importancia que tuvo la Casa de Alba en España. Desde el castillo, situado en la parte más alta, se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas. Tendréis una amplia panorámica de toda la extensión de la villa y del puente romano que cruza el ancho cauce del río.
Alba de Tormes cuenta con numerosos conventos e iglesias, destacando la influencia de Santa Teresa de Jesús, donde vivió la última etapa de su vida y creó una de sus fundaciones. Esta villa recibe cada año muchos peregrinos dispuestos a venerar sus restos en el convento de la Anunciación.
3. Peñaranda de Bracamonte
Es el núcleo de población más importante del noreste salmantino. Destaca por sus tres plazas porticadas del casco antiguo. También cuenta con algunas iglesias y conventos entre los que destaca, el Convento de las Madres Carmelitas.
4. Ciudad Rodrigo
Fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1944 gracias a su muralla, catedral, palacios e iglesias. A lo largo de su historia ha recibido numerosos saqueos y fuertes ataques durante la invasión napoleónica, pero fue con los Reyes Católicos cuando inició un periodo de esplendor que brillaría con intensidad en el siglo XVII, dejando un casco urbano plagado de palacios señoriales.
Es obligado el paseo por esta ciudad tan histórica que lleva la esencia de la frontera en sus venas. Su gran patrimonio salta a la vista con sus imponentes palacios y edificios.
Y por supuesto no podemos olvidar sus afamados carnavales. Son la fiesta grande de la ciudad declarada de Interés Turístico Nacional.
5. San Felices de los Gallegos
Es una localidad cuyo término municipal se encuentra dentro del Parque Natural de Arribes del Duero, un espacio natural protegido con gran atractivo turístico. Es un pueblo con muchos encantos y riqueza en sus calles y rincones, donde destacan su castillo, las murallas, las puertas medievales, sus iglesias y sus casas señoriales.
Este municipio es famoso por las fiestas taurinas que celebran, desde 1864, el segundo fin de semana de Mayo, con una particular plaza de toros formada por los carros de los vecinos.
6. Ledesma
La visita a esta localidad es sencilla y amena, siguiendo los paneles informativos que recorren el pueblo y que os llevarán a los puntos de mayor interés.
Su situación estratégica hizo que fuese poblada por diferentes civilizaciones a lo largo de la historia, herencia que se aprecia notablemente en su casco histórico. Forma parte del listado de los Pueblos más Bonitos de España.
La ciudad está amurallada conservando algunas de las puertas a la ciudad. En su casco urbano podemos ver su fortaleza, el antiguo Hospital de San Miguel y algunas casas señoriales. En el Parque de la Fortaleza, se encuentra el Verraco de Piedra.
7. San Martín del Castañar
Situada en la Sierra de Francia, en esta localidad destaca su castillo, con el cementerio en su interior. Muy cercano a él, la peculiar plaza de toros con forma entre ovalada y rectangular, siendo una de las más antiguas de España. Merece la pena pasear por sus calles y descubrir el puente romano y todas esas jardineras repartidas por todo el pueblo que amenizan el paseo con frases típicas de la tradición serrana.
8. La Alberca
Esta localidad fue la primera en recibir la declaración de Conjunto Histórico-Artístico en 1940. Conserva un característico entramado urbano y una estética arquitectónica muy singular, en la que muchas de sus fachadas están casi intactas desde los siglos XVIII y XIX. Todo ello hace que se haya convertido en uno de los pueblos más visitados y conocidos de la Sierra de Francia.
Merece mucho la pena pasear por sus calles y disfrutar del ambiente de su plaza, llena de terrazas para hacer un alto en el camino y con puestos y tiendas de productos artesanales propios de la zona. Y por supuesto no os podéis marchar sin fotografiar al «Marrano de San Antón», una figura de un cerdo junto a la iglesia que recuerda un acontecimiento especial que se celebra en La Alberca el 13 de Junio, festividad de San Antonio de Padua. Se deja suelto por las calles a un cerdo con una campana colgada del cuello, después de haber sido bendecido. Es alimentado y cobijado por los vecinos hasta el 17 de enero, San Antón, día en el que es sorteado.
9. Mogarraz
Perteneciente también a la Sierra de Francia, Mogarraz es una localidad con un aire típicamente medieval, con un trazado irregular y calles estrechas, con influencia del mundo árabe y judío. Sus fachadas con entramados de madera y balconadas típicas son sin duda foco de los objetivos para infinidad de fotos.
La mayor curiosidad de Mogarraz son sus fachadas con los rostros de sus vecinos. Inicialmente fueron 388 y ahora son más de 650. Vecinos que no emigraron en los años sesenta, retratados en las fachadas de las casas que habitaron y que hoy en día son testigos de las visitas a su pueblo natal. Es obra del pintor salmantino Florencio Maíllo que quiso inmortalizar un instante del otoño de 1967, cuando fueron fotografiados los habitantes del pueblo, tras la implantación del DNI.
10. Sequeros
Fue en el pasado la capital administrativa de la Sierra de Francia, donde había que acudir para todo tipo de gestión. Todo ese poderío se refleja en su estilo arquitectónico con caserones de granito.
Uno de los rincones más queridos es la Iglesia de la Virgen del Robledo, donde están enterrados la Moza Santa y Simón Vela, dos de los personajes principales de la historia de la Sierra de Francia.
11. Villanueva del Conde
Sus edificios tienen una arquitectura tradicional serrana, donde destacan sus amplias plazas, como la de la iglesia y también sus soportales. Esta localidad tiene una particular vista desde lo alto, pues sus casas y edificaciones forman un recinto perfectamente cerrado, dejando un gran espacio en su interior, las llamadas huertitas.
12. Miranda del Castañar
Se trata de uno de los Pueblos más Bonitos de España. Destaca su Plaza de Armas, que en ocasiones ejerce la función de coso taurino, situada a los pies de la torre del castillo, elemento destacado de uno de los recintos fortificados más notables de Salamanca. En esta plaza se encuentra la puerta de San Ginés, una de las cuatro que aún hoy conserva el recinto amurallado.
13. Béjar
Está considerada la capital de la comarca de la Sierra de Béjar y el núcleo de población más importante del sureste salmantino. Cuenta con una parte más moderna de la ciudad, bien diferenciada de la parte más antigua, donde aparece la Béjar más medieval en la zona del casco histórico y por sus viejas murallas.
Ya fuera del casco urbano destacan rincones tan importantes como el Santuario de Nuestra Señora del Castañar, la plaza de toros, conocida como la Ancianita, una de las más antiguas de España inaugurada en el año 1711 o las fábricas textiles que tanta importancia y auge tuvieron en la zona y donde actualmente se ha habilitado un paseo fluvial para admirar los edificios de las antiguas fábricas de paños.
14. Candelario
Es una preciosa localidad perteneciente a la Sierra de Béjar. Sus empinadas calles, adaptadas a su característico relieve, están recorridas por regaderas que canalizan el agua procedente de los neveros de su sierra.
Si por algo destaca Candelario es por su tradición chacinera. Las casas solían ser de tres alturas, la planta baja para sacrificar a las reses y llevar a cabo todo el proceso chacinero; la primera planta, se utilizaba como vivienda de la familia y el desván, como secadero.
La mayoría cuenta con sus famosas «batipuertas». Éstas servían de burladero a la hora de sacrificar a las reses, así como para ventilar y poder tener las puertas interiores abiertas y no recibir la visita sorpresa de algún animal suelto.
Las regaderas que recorren las calles, mencionadas anteriormente, ayudaban a una mejor limpieza de las mismas en época de matanza.
Si callejeáis por el pueblo, encontraréis paneles ilustrativos con explicaciones precisas de cada punto destacado de Candelario, así como de sus tradiciones más populares.
Visita recomendable al cien por cien.
15. Montemayor del Río
Está integrado en la comarca de la Sierra de Béjar. Es una localidad rodeada de una naturaleza de densos castañares, lo que va estrechamente relacionado con la ocupación más tradicional de sus habitantes, que es hoy en día la elaboración de cestos y muebles. En el Centro de Interpretación del Castaño se acerca al visitante a todo el proceso de elaboración de esta artesanía tan original con tiras de castaño.
Cuenta con una increíble fortaleza muy bien conservada, siendo uno de los castillos más sobresalientes de la provincia. En su interior hay un centro de interpretación sobre la vida en la Edad Media.
La plaza mayor tiene un gran encanto, rodeada de casas de arquitectura tradicional.
16. Puente del Congosto
Su estampa inconfundible la conforman el castillo de los Dávila de Cespedosa y el puente medieval de trece arcos sobre el río Tormes. Un puente con una importancia crucial en el pasado para los señores feudales, que cobraban pontazgo por dejar pasar a los rebaños que realizaban la trashumancia entre Extremadura y Castilla.