Todo aquel que pasa sus vacaciones de verano en Cantabria sabe que aunque se pueda disfrutar de días de sol y calor, algún día va a hacer nublado. Durante la época estival, el clima en Cantabria es muy bueno y con muy buenas temperaturas, bajando un poco las mínimas, lo que permite poder descansar sin el calor sofocante que hay en otras regiones de España. Estos días idílicos se suelen estropear, no por las temperaturas, sino por las nubes que hace que de vez en cuando se nuble el día. Para estos días que no apetece ir a la playa, siempre hay que tener un plan B. En esta entrada pretendemos mostraros las 12 cosas que hacer en Cantabria cuando está el día nublado.
Cantabria te ofrece municipios con mucho encanto, cuevas con millones de años de historia, el nacimiento de uno de los ríos más largos y caudalosos de España e incluso un laberinto gigante donde uno sabe cuando entra, pero nunca sabrá cuando sale. Preparad papel y boli que aquí va nuestra lista personal:
1. Ver el nacimiento del río Ebro
El río Ebro es el segundo más largo y también el segundo más caudaloso de España. Su nacimiento se encuentra en Fontibre, un pequeño municipio del interior de Cantabria, cercano a Reinosa y a la estación de ski de Alto Campoo. Junto a la carretera CA-183 nos encontramos con un buen parking y el Centro de Visitantes del río Ebro. Desde ahí, parte un sendero que nos lleva a nuestro objetivo final.
Rodeada de robles, hayas y chopos encontramos la Fuentona de Fontibre, un monolito en piedra coronado con una pequeña estatua de la Virgen del Pilar que custodia el lugar donde nace el río Ebro.
Si como en nuestro caso, visitáis el nacimiento del Ebro a media mañana, no dejéis de probar las fantásticas rabas que ponen en el restaurante Fuentebro. Está situado junto al nacimiento, subiendo por unas escaleras. A parte de buena comida, tiene una decoración muy cuidada.
2. Visitar Bárcena Mayor
Este municipio situado en el Parque Natural Saja-Besaya es un conjunto homogéneo y bien conservado de arquitectura montañesa, lo que le valió su declaración como conjunto histórico-artístico en 1979. También está incluido como uno de los pueblos más bonitos de España. Se dice que es el pueblo más antiguo de Cantabria.
Lo mejor para conocer Bárcena Mayor es recorrer sus calles sin rumbo fijo, observando lo bien conservadas que están sus casas y cómo decoran los balcones con flores, lo que le da un toque de color resaltando entre las fachadas de piedra.
Una cosa que no podéis dejar de hacer cuando llegáis hasta aquí es probar su gastronomía. Entre sus buenos embutidos y quesos destaca su cocido montañés. Hay varios restaurantes en el pueblo que lo ofrecen pero entre todos ellos, destaca el Restaurante La Solana, galardonado con el primer premio al Mejor Cocido Montañés durante los dos últimos años.
Nosotros no dejamos pasar la ocasión y allá que nos fuimos a comer un buen cocido. El trato inmejorable y la comida exquisita. Todo un acierto.
3. Pasear por un bosque de secuoyas
No es necesario viajar hasta California para pasear rodeado de secuoyas. En Cabezón de la Sal, a menos de 10 km de Comillas y junto a la autovía A-8, se encuentra este bosque.
La pregunta más común es ¿qué hace aquí este bosque tan peculiar y tan poco común en España? Pues la respuesta es que a finales de 1940 se decidieron plantar secuoyas en esta zona dada la rapidez con la que crecen estos árboles y así aprovechar la madera para la industria. Lo curioso es que cuando crecieron ya no necesitaban madera, así que aquí se quedaron las 848 secuoyas para disfrute de todos nosotros. En 2003 se declaró Monumento Nacional al Bosque de Secuoyas de Cantabria.
Un camino de 500 metros por una pasarela de madera os llevará hasta el bosque. Una vez allí, se puede pasear libremente en busca de la foto perfecta 😜.
4. Visitar el Capricho de Gaudí
En la localidad de Comillas se encuentra una de las primeras obras de Gaudí y una de las pocas construidas fuera de Cataluña. El Capricho, que así es como se llama este edificio, es una de las obras más importantes del modernismo europeo.
Gaudí siempre se centraba en los gustos del cliente para recrear sus obras. En este caso Máximo Díaz de Quijano, quien encargó esta obra, era abogado y músico, y esto quedó reflejado en la fachada del edificio donde se representa un pentágono rodeando todo el edificio. Para añadirle más simbología, la torre representa la clave de sol y las barandillas de las terrazas recrean el símbolo de una corchea.
En el edificio abundan los girasoles ya que Gaudí quería indicar que esta obra era como uno de ellos, ya que tiene multitud de ventanas por donde siempre están entrando los rayos de sol.
La entrada cuesta 7 €. La visita es por libre aunque existe la posibilidad de realizarla de forma guiada. Recorrer todas sus plantas, los jardines y hacerte una foto con la figura de Gaudí os puede llevar 1 hora aproximadamente. El horario es de 10:30 a 19:00 horas.
5. Santillana del Mar, la villa de las tres mentiras
A menos de 17 km del anterior punto, esta villa es conocida popularmente como «la villa de las tres mentiras» ya que ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Pese a estas 3 carencias, Santillana del Mar merece mucho la pena visitarla. Está incluido entre los Pueblos más Bonitos de España.
Sus calles empedradas están llenas de casas blasonadas, con balcones repletos de flores. En vuestra visita no puede faltar el recorrido desde la carretera principal hasta la Plaza Mayor y desde ahí llegar a la Plaza del Abad Francisco Navarro, donde se encuentra la Colegiata de Santa Juliana.
6. Conocer la Cueva de Altamira
La Cueva de Altamira está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se encuentra a 2 km de Santillana del Mar. La cueva original no está abierta al público. Desde su descubrimiento en 1879 han sido muchas las personas que la han visitado sin límite, lo que obligó a las autoridades primero a restringir las visitas y posteriormente, a cerrar la cueva para preservar las pinturas.
En la visita al recinto del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira se puede ver la entrada a la cueva original y junto a ella un edificio donde hay una exposición temporal.
En el edificio principal se muestra un vídeo de cómo se descubrió la Cueva de Altamira, luego caminaremos por la recreación de la cueva con diferentes paneles informativos que explican cómo trabajaban y cómo pintaron la que para muchos es «La Capilla Sixtina del arte rupestre». Por último llegaremos a una exposición permanente donde se exponen huesos y herramientas encontradas en la Cueva de Altamira.
La entrada cuesta 3 € aunque los sábados desde las 14.00 horas y domingos todo el día, es gratuita. El horario es de martes a sábado de 9:30 a 20:00 horas. Domingos y festivos de 9:30 a 15:00 horas. Cierra a las 18:00 horas desde noviembre hasta abril.
7. El faro de Ajo, una obra de Okuda
Desde el 28 de agosto de 2020, día de inauguración de la obra del artista Okuda, Ajo ha dejado de ser un municipio desconocido para muchísimos turistas. Okuda tiene obras en España, EE.UU, Canadá, Hong Kong, Australia… y es un honor que haya pintado el faro de Ajo convirtiéndolo en un reclamo turístico que traerá riqueza al municipio y a Cantabria. El faro se encuentra a 29 kilómetros de Santander. Su entrada es gratuita. Tiene un horario de 10:00 a 14:00 horas, aunque en verano y en puentes nacionales, también abre de 16:00 a 21:00 horas. Si sois unos amantes de los faros, éste no os puede faltar en la lista.
8. Perderse en un laberinto gigante
En la localidad de Villapresente, a escasos 5 km de Santillana del Mar, se encuentra el laberinto más grande de España. Se inauguró en 2017 y desde entonces se ha convertido en uno de los planes favoritos de la gente que visita Cantabria.
Es una experiencia muy diferente y muy divertida. Os cruzaréis con gente que va en dirección contraria a vosotros y dudaréis de quién va en el sentido correcto. Uno sabe cuándo entra, pero no cuándo sale, aunque si os sentís un poco agobiados, hay salidas de emergencia y personal dentro del laberinto que os pueden ayudar.
El laberinto abre desde junio hasta octubre. Tiene un precio de 4 € para adultos y 3 € para los niños de 7 a 12 años. Cierra los lunes.
9. Desayunar en Unquera
Unquera se ha convertido en un municipio muy famoso gracias a su repostería. Su dulce más típico son las corbatas, un pastel de hojaldre con forma de corbata o pajarita recubierto con una capa de azúcar con almendras. Pero lo que lo ha hecho más famoso es que hacen estas corbatas y otros dulces como la palmera de chocolate en tamaño XXL. Esto ha hecho que muchas personas aprovechen su paso por Unquera para desayunar y probar estos dulces gigantes. Hay varios sitios donde los venden pero nosotros os recomendamos la cafetería Royal III, en la salida 269 de la A-8.
10. Hacer la ruta hasta el Faro del Caballo
Desde la localidad de Santoña hay una ruta que bordea la costa y que os lleva hasta el impresionante Faro del Caballo. El faro no es que sea gran cosa, pero está ubicado en unos bonitos acantilados y rodeado por unas aguas turquesas que lo hacen muy atractivo para el turismo.
La ruta comienza en la Iglesia de Santa María del Puerto y tras una dura subida se llega hasta el Fuerte San Martín. Al llegar al final de la subida, hay que tomar el desvío a mano derecha hasta llegar a un parking. Aquí hay que tomar el sendero derecho que cambia el asfalto por tierra. Seguimos avanzando durante algo menos de 3 km por diferentes desvíos donde esta muy bien indicado el camino y en poco tiempo estaremos frente a los 385 escalones que hay que bajar hasta el Faro del Caballo. Si se quiere llegar hasta el agua y darse un buen chapuzón para refrescarse, hay que bajar otros 111 escalones más.
La ruta es de dificultad media, debida al fuerte desnivel que hay que salvar. En total son algo menos de 8 km así que es importante llevar calzado cómodo y agua en la mochila para hidratarse.
11. Visitar la Cueva del Soplao
La Cueva del Soplado es considerada una cavidad única a nivel mundial por la calidad y cantidad de las formaciones geológicas que alberga. En ella se encuentran formaciones poco comunes como helíctitas (estalactitas excéntricas que desafían la gravedad) y draperies (sábanas o banderas traslúcidas colgando del techo). Sólo se pueden visitar 4 km de los 20 km que tiene la cueva.
La Cueva está situada entre los municipios de Herrerías, Valdáliga y Rionansa, a 60 km de Torrelavega y a 83 km de Santander. También está cerca de otros reclamos turísticos como son San Vicente de la Barquera, Comillas o Santillana del Mar. La entrada cuesta 13 €. Hay diferentes horarios según la época en la que visitéis la cueva, así que lo mejor es visitar su web.
12. Conocer Castro Urdiales
Conocida por los romanos como Flaviobriga, Castro Urdiales es una ciudad marinera de las más importantes del litoral cántabro. El conjunto monumental de Castro-Urdiales tiene origen medieval y se encuentra a orillas del mar. Fue declarado Conjunto Histórico Artístico en el año 1978 debido a su rico patrimonio que está formado por diversos monumentos. Entre ellos destaca la Plaza del Ayuntamiento, el Castillo de Santa Ana, la Iglesia de Santa María de la Asunción o el Puente Medieval. Un perfecto plan cuando el día no invita a ir a la playa y que permite descubrir esta bonita ciudad.