Al sur de Croacia se encuentran estas dos pequeñas localidades que pasan muchas veces desapercibidas por los turistas, eclipsadas por ciudades como Split o Dubrovnik. Omiš, la ciudad de los piratas y Ston, con la muralla china de Croacia tienen reclamos turísticos poco conocidos y que, pese a ello, no dejan de ser interesantes.
Omiš
Durante dos siglos esta ciudad estuvo gobernada por piratas. Desde aquí controlaban las rutas comerciales del Mediterráneo. Las altas montañas permitían controlar el mar a gran distancia. Una vez atacaban, volvían rápidamente y aprovechaban la desembocadura del río Cetina, que se abre paso a través de un cañón, para defenderse y recuperarse para el siguiente ataque.
Se encuentra a poco más de 25 kilómetros de Split y en la actualidad, en vez de piratas se pueden ver multitud de personas, amantes de la adrenalina practicando todo tipo de deportes. Se puede practicar kayak, tirolinas con algún tramo de 700 metros de longitud, vías ferratas, barranquismo y rafting.
En tierra firme, la Fortaleza Mirabela es su monumento más importante y desde donde se obtienen las mejores vistas de la ciudad y de la desembocadura del río. Su casco antiguo, lleno de callejuelas y plazas con bonitos rincones, también hace mérito por ser descubierto.
Ston
¿Sabíais que la segunda muralla más larga del mundo, solo superada por la Gran Muralla china está en Ston? Nosotros desde luego que no, pero cuando empezamos a preparar el viaje lo descubrimos.
La muralla tiene dos sectores. Uno rodea Ston y mide aproximadamente 1 kilómetro. El otro sector mide 5 Km y une las ciudades de Ston y Mali Ston. El paseo es bastante ameno. La primera parte es en subida y aunque cuesta un poco, se compensa con las vistas. Se aprecian perfectamente las salinas de Ston, muy importantes en su día para el comercio de sal y principal motivo por el que se construyó la muralla.
Luego ya es todo bajada hasta que se llega a Mali Ston. Una vez aquí podéis volver de nuevo por la muralla o hacer como hicimos nosotros y volver por un camino pegado a la carretera que es de solo 1 km. La entrada te da acceso a los dos sectores.
Una vez de vuelta a Ston, se puede visitar su fortaleza, recorrer sus calles empedradas y acercarse hasta el monasterio de San Nicolás.
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