Qué hacer en Helsinki en 2 días

Qué hacer en Helsinki en 2 días

Después de pasar unos días en Laponia y una espectacular experiencia en Kemi, llegamos a la capital finlandesa, Helsinki. Era temprano por la mañana y lo primero que había que hacer era dejar los bártulos en nuestro alojamiento. Parece que habíamos cogido el gusto al Couchsurfing así que en este caso, también probaríamos la experiencia, muy enriquecedora sin lugar a dudas en todos los sentidos.

Día 1: Helsinki

Nuestro anfitrión, Tomas, se ofreció a buscarnos en la estación de tren. Segundo “minipunto”. De camino a casa paramos en el Monumento a Sibelius, compositor finlandés. El diseño es curioso ya que son más de 600 tubos simulando un órgano, aunque Sibelius no destacó por componer música para dicho instrumento, pero bueno, cosas del escultor.

Junto al parque donde se encuentra el monumento, hay una pequeña cabaña de madera muy acogedora con una bonita decoración, la cafetería Regata. Fuimos los 3 a desayunar un chocolate calentito que nos sentó muy bien. Posiblemente si no hubiésemos ido al parque con Tomas, no la hubiésemos descubierto y es que éstas son las típicas cosas que solo descubres con gente de la zona y Couchsurfing te lo facilita.

Mientras tomábamos el chocolate estuvimos conociéndonos y le explicamos nuestra idea de planning para los 3 días que íbamos a estar en su casa. Dos días visitando Helsinki y otro más cogiendo un ferry para visitar Tallin. Pactamos que de las noches que íbamos a compartir piso, una de las cenas, él cocinaba comida típica finlandesa y nosotros la otra, cocinaríamos comida típica española.

Nos fuimos los 3 al supermercado y cada uno con su cesta fue haciendo su compra. Nosotros lo teníamos claro, tortilla de patata y sin cebolla por si acaso 🤣. Después de comprar y conocer nuestro nuevo hogar, había que empezar a visitar la capital finlandesa.

El primer paso fue ir hacia el puerto, allí está la Plaza del Mercado donde se pueden encontrar desde souvenirs hasta comida finlandesa fresca. Tiene mucho ambiente. Bordeando la plaza se encuentra el Ayuntamiento y la Fuente Havis Amanda, una sirena rodeada de 4 peces y 4 lobos marinos que representa el renacimiento de Helsinki.

A escasos metros de allí está la Catedral Ortodoxa Uspenski, inspirada en el arte moscovita, construida con ladrillo rojo y con 13 cúpulas que representa a Cristo y a los doce Apóstoles. Está situada en un alto y desde ella se tiene una panorámica bonita del puerto.

Desde ahí nos fuimos a la Plaza del Senado, visita imprescindible. En esta plaza están representados los poderes políticos, científicos y religiosos ya que se concentran el Palacio del Consejo del Estado, el edificio central de la Universidad de Helsinki y la Catedral de Helsinki.

La plaza es uno de los principales atractivos turísticos y, hoy en día, en ella se celebran conciertos, exposiciones…

Un poco más alejada se encuentra la Iglesia de Piedra (Temppeliaukion Kirkko). La iglesia no es de piedra, si no que está excavada en piedra, pero no es una cueva ya que tiene luz natural porque la cúpula es de cristal.

Iglesia muy curiosa donde las haya y donde se realizan muchos conciertos gracias a su excelente acústica. Cuando entramos, había un músico ensayando y nos pareció una pasada.

Ya de vuelta paseamos tranquilos sin rumbo por las calles de la ciudad. En el puerto se olían las planchas con pescado, pero nosotros teníamos cena finlandesa sorpresa así que nos fuimos a casa.

¡Cómo no! Nos había preparado un pedazo de lomo de salmón al horno que tenía una pinta….

Estaba exquisito y la verdad es que había puesto el listón muy alto para la cena española.

Ahora tocaba recoger el salón para dormir cada uno en un sofá.

Día 2: Isla de Suomenlinna y sauna finlandesa

Para la mañana de hoy teníamos pensado ir a visitar la Isla de Suomenlinna y para ello teníamos que volver de nuevo a la Plaza del Mercado, desde donde salen los ferries. En 15-20 minutos se llega a la isla. Los ferries salen cada 20 minutos y se pueden comprar los billetes en las máquinas del muelle.

Suomenlinna es una fortaleza marítima que ha pertenecido a tres naciones diferentes, lo que indica lo importante que fue estratégicamente. Actualmente es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en ella, 800 habitantes tienen el honor de vivir todo el año. Se puede andar libremente visitando el puerto, las zonas de barracones y cañones…

También hay zonas para hacer picnic, cafeterías y restaurantes. Nosotros decidimos pasar toda la mañana y la verdad es que, si madrugas, es más que suficiente.

Ya de vuelta al centro de la capital y para seguir con comidas típicas, hoy tocaba probar carne de reno. Nos aconsejaron el Restaurante Zetor, especialista en comida escandinava y con una decoración interior muy peculiar. Las paredes están forradas de madera al estilo de una cabaña y las mesas son auténticos tractores modificados para la ocasión.

La comida muy bien, la carne jugosa y el precio, aunque parece un poco caro para nuestro bolsillo español, se ajusta a la media de un país nórdico.

Con la tripa llena decidimos pasar la tarde en una sauna. La sauna elegida fue Kuusijärvi, por recomendación de Tomas. Para llegar a ella lo mejor es ir a la estación central. Según la miras de frente, a la derecha están todos los andenes de paradas de autobús. En el número 3, los autobuses 731N y 739 van hacia allí. Son 18 paradas y tarda unos 35 minutos. La frecuencia es cada 40 minutos. El nombre de la parada es el mismo que el de la sauna. El autobús nos dejó en la carretera, a la puerta de la sauna. En el recinto hay zona para cambiarse y dejar las cosas. Nosotros lo dejamos todo y salimos en bañador y chanclas a tomar el fresquito.

Hay varios tipos de sauna, con diferentes tamaños y la idea es ir intercalándolas con un baño en el lago que estaba helado (literal). Solo la parte que está habilitada para el baño con pasarelas de madera estaba deshelada para facilitar las cosas.

El calor que hace en esas saunas no lo hemos vivido en ninguna otra. Parecíamos pollos y la gente de allí no paraba de echar agua a las piedras para que aquello se avivase. Como dato curioso, todos llevan gorro de lana, pero no es para el frio jeje, es para proteger la cabeza y el pelo del calor.

Una vez que estás a punto de desfallecer en esas ollas a presión llamadas saunas, tocaba echarle coraje, por no decir otra cosa y meterse en el agua. Entre las saunas y el lago hay poca distancia, pero enseguida pierdes el calor y cuando llegas ya no te apetece nada y menos cuando metes los dedos de los pies y quieres llorar. Contado así parece que no lo disfrutamos, pero en realidad está muy bien, es divertido y curioso de ver. Vivimos la experiencia como auténticos finlandeses. El entorno es insuperable, en un bosque cerrado con un lago y sus cabañas como saunas.

Volvimos para Helsinki que hoy nos tocaba hacer de chefs. La tortilla de patata le gustó mucho a Tomas, nunca la había probado. Salió bastante bien a pesar de no tener foto, que con la emoción de que la probará, no inmortalizamos el resultado 🤣. También probó el jamón serrano que llevábamos en la mochila desde España por si surgía alguna emergencia.

Compramos los tickets para el ferry del día siguiente y nos dimos cuenta que si ponías la web en finlandés, los billetes eran más baratos así que con la ayuda de Tomas los compramos. Después de esta bonita velada, nos fuimos todos a descansar. Al día siguiente nos esperaba la visita a la capital de otro país vecino.

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