Qué hacer en Tallín en 1 día

Qué hacer en Tallín en 1 día

La visita a la ciudad de Tallín es algo muy recomendado y que mucha gente suele hacer si está de visita en Helsinki. Aunque con un día es imposible conocer una ciudad, es suficiente para empaparte de lo básico, visitar su antigua ciudad amurallada y conocer su cultura medieval. Para nosotros es una de las capitales europeas más bonitas.

Nos despertamos y Tomas se ofreció a acercarnos a la terminal 2 del puerto desde la que sale el ferry a Tallin. La empresa con la que fuimos es Eckerö Line. Salen 3 barcos al día. Cogimos el primero, que sale a las 9:00, para aprovechar bien la jornada.

En 2 horas 15 minutos estábamos en el puerto de Tallín. De la terminal A del puerto a la entrada a la ciudad antigua hay unos 15 minutos y no tiene pérdida. Todos los turistas del ferry van en procesión hacia allí.

Lo primero que os encontráis es su muralla y tras cruzar una de sus imponentes puertas parece que hayáis retrocedido en el tiempo o estéis ante un decorado. Hasta los comercios y restaurantes intentan recrear la apariencia de aquella época.

Nos dirigimos a la Iglesia de San Olaf (Oleviste kirik), con una torre de 124 metros es fácil de ubicar. El interior no es que tenga algo a destacar, pero las vistas desde la torre son una buena recompensa.

Seguimos callejeando hacia la Plaza del Ayuntamiento (Raekoja Plats) en el corazón de la ciudad. Un lugar con mucha vida en el que destaca el edificio del ayuntamiento con su torre de 64 metros. No se puede subir a ella, pero el ayuntamiento se puede visitar entre finales de junio y finales de agosto. Otro punto de interés de la plaza es la farmacia (Raeapteek). Está en el número 11. Es una de las farmacias más antiguas del mundo y está abierta desde principios del siglo XV.

Seguimos con el paseo hasta el Pasaje de Santa Catalina (Katariina Käik), callecita medio oculta, muy pintoresca y fotogénica que comunica la calle Vene con la calle Müürivahe. Se respira un ambiente muy bohemio con muchos talleres de artesanos.

Nuestras siguientes visitas fueron la Catedral de Alejandro Nevski, templo ortodoxo, declarado Patrimonio de la humanidad por la UNESCO de la que destacan sus cúpulas negras, y la Catedral Luterana de Santa María, mucho más sencilla, pero con un bonito interior.

Visitamos los Danish King’s Garden, bonitos jardines pegados a la muralla.

Llegaba la hora de comer y nos acercamos al Restaurante Karja Kelder. Es un restaurante subterráneo que presume de ser el pub más antiguo de Tallín. El codillo al horno es muy recomendable.

La tarde la dedicamos a pasear bordeando las murallas, viendo las puertas de la ciudad que todavía se conservan y perdiéndonos por sus calles.

Tampoco podíamos entretenernos mucho, pues a las 18:30 horas salía nuestro ferry. Salen 3 hacia Helsinki y éste es el último del día. Compramos unas pizzas artesanas y nos las llevamos para cenar en el barco.

A las 21:00 horas estábamos en Helsinki y de nuevo Tomas, muy amable, estaba esperándonos para llevarnos a casa.

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