Un road trip siempre tiene un toque especial y diferente al resto de viajes. La aventura comienza en el minuto uno y vives continuos momentos para recordar. No solo visitando lugares nuevos y aprendiendo infinidad de cosas de diferentes culturas, sino viviendo el trayecto y todos sus avatares como parte esencial de un viaje que siempre se hace inolvidable.
En esta ocasión, nuestro elección era vivir una de las mejores fiestas del mundo, el Oktoberfest, concretamente en Múnich. Así que alrededor de esa idea principal, fuimos creando un itinerario para poder recorrer zonas cercanas y asistir en las fechas señaladas en el calendario a la fiesta de la cerveza más conocida y celebrada a nivel mundial.
De esta manera, en nuestra lista de visitas estaba Alsacia, el sur de Alemania y Austria. A continuación os detallamos nuestro paso por cada una de estas zonas, sus peculiaridades, sus costumbres y sus rincones más desconocidos.
Día 1: Alsacia
Región situada en el nordeste de Francia, consta de unos pueblos con un encanto increíble. La belleza de las fachadas de sus casas hará que pases buena parte de tu tiempo fotografiándolas.
De todos los pueblos que la componen, nosotros nos decidimos por 3 para pasar la jornada y disfrutar de esta región tan fotogénica y que atrae tanto turismo: Eguisheim, Colmar y Estrasburgo.
Día 2: Selva Negra
Cruzando la frontera se encuentra esta región montañosa de Alemania. Cuenta con un pulmón verde de densos bosques que le suma un gran atractivo a la zona. Sus casas de cuento, su entorno natural y sus edificios con historia ayudan a hacer de esta visita un imprescindible.
Como el día anterior, había que seleccionar qué pueblos visitar de entre todos los que componen esta región, para llevarnos lo más característico. Gengenbach, destacado por su aire medieval gracias a la ley que impera desde 1905, por la cual se debe mantener este aspecto en las calles y las casas. Triberg, conocido por sus cataratas y sus relojes de cuco, pudiendo adentrarte en el reloj de cuco más grande del mundo para descubrir su mecanismo. Schiltach, otro bonito pueblo por donde pasear y conocer su antiguo molino y el museo de la madera.
Esta fue nuestra elección, os dejamos toda la información ampliada aquí.
Día 3: Stuttgart
Cambiando completamente de aires, dejamos las casitas de cuento para conocer una de las ciudades más grandes de Alemania. Stuttgart es conocida mundialmente por ser el lugar donde se inventaron el coche y la moto. Empresas como Mercedes o Porsche tienen su sede en Stuttgart.
A parte de poder visitar el museo Mercedes-Benz, donde está el primer vehículo patentado, también tiene un casco antiguo con historia, que bien merece la pena ser conocido. Os proponemos una ruta por la ciudad para conocer Stuttgart en 1 día.
Día 4, 5 y 6: Múnich
Llegábamos a la guinda del pastel. La culpa de que nuestro viaje fuese por Centroeuropa. En esta ocasión, como en la mayoría de las veces, elegimos destino en función de la época concreta del año, o si coincide con algún evento o fiesta importante.
Queríamos conocer Múnich y vivir el Oktoberfest a lo grande. Hicimos coincidir nuestra llegada a la ciudad en domingo para así ver el desfile de trajes típicos, donde participan más de 9000 personas. De esta manera también visitaríamos Múnich en lunes y martes que probablemente la ciudad estaría algo más tranquila.
Múnich es una ciudad increíble, con muchos atractivos turísticos. Pudiendo ver desde museos de coches y catedrales con leyendas misteriosas, hasta ver a gente haciendo surf en el río. Os dejamos un listado con los 15 lugares imprescindibles qué ver en Múnich.
Excursiones: Dachau y Oktoberfest
Durante estos 3 días en la capital bávara, aprovechamos para visitar el campo de concentración de Dachau. Fue el primer campo de concentración nazi, abierto el 22 de Marzo de 1933. Este campo sirvió de modelo para los que se construyeron posteriormente. En el blog tenéis una guía para visitarlo y otra guía para disfrutar del Oktoberfest y conocer dónde se celebra y qué días son los más importantes.
Día 7: Salzburgo
Era el día de cruzar la frontera y conocer algunas de las ciudades más famosas de Austria, pero ¡OJO!, antes debíamos comprar la viñeta. Las autopistas (A) y autovías (S) en Austria son de pago y se realiza mediante la compra de la viñeta. Existe la viñeta digital pero tienes que comprarla con un mínimo de 18 días de antelación antes de su uso. La otra opción es comprar la viñeta adhesiva y la pegas en el cristal, en la parte del conductor, arriba del todo.
Para comprarla, las gasolineras cercanas a la frontera, pero siempre antes de cruzar a Austria, la venden. Listado de gasolineras. Existe la viñeta para 10 días consecutivos, 2 meses o 1 año.
Una vez con la viñeta en el cristal, nos dirigimos a conocer Salzburgo en 1 día, la ciudad que vio nacer al notable músico Wolfgang Amadeus Mozart.
Día 8: Visita a la Cueva de hielo más grande del mundo
Con ese nombre, como para no acercarse a visitarla. Se encuentra situada cerca de Werfen, a 50 km de Salzsburgo. El sistema de cuevas se extiende por más de 42 km de longitud, pero solo el primer tramo, de aproximadamente un kilómetro de longitud está abierto al público. Aunque vayáis en verano, no olvidéis ropa de abrigo.
Para completar el día, nos a cercamos a Werfen, a 6 km, a visitar su imponente fortaleza. Toda la info estas dos visitas, aquí.
Día 9: Hallstatt
Considerado como el pueblo más bonito a orillas de un lago, es Patrimonio de la Humanidad desde 1997. Su iglesia es imagen de infinidad de guías de Austria, pero una cosa que nos sorprendió y que nunca antes habíamos visto fue su cementerio con su osario. 1.200 cráneos con decoraciones de cruces y nombres.
Si quieres planificar una visita más completa, os dejamos los detalles para conocer Hallstatt en 1 día.
Una visita que no se puede dejar de hacer es la de visitar su mina de sal. Es la más antigua del mundo. La visita es guiada y dura unas 2 horas y media. En ella te van explicando lo importante que fue económicamente la mina donde llegaron a trabajar 238 personas. También tiene un valor histórico, ya que en la Segunda Guerra Mundial, la mina se usó como escondite de obras de arte, porque los ejércitos nazis tenían orden de destruirlas todas.
Día 10: Garmisch-Partenkirchen, Oberammergau y Castillo Neuschwanstein
El día de hoy volvemos a Alemania y dejamos atrás Austria. Vamos a visitar 3 pueblos del sur de Alemania, que están cerca entre sí.
El primero es Garmisch-Partenkirchen, que aunque el nombre no te suene a nada, seguro que alguna vez lo has visto. Todos los días de Año Nuevo se emite en la tele desde los años 50 los saltos de ski, pues se realizan desde la estación de ski de este pueblo. Se puede pasear por los alrededores del trampolín y ver el estadio de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1936.
Junto al parking del trampolín, sale un camino que nos llevará hasta una garganta natural. Se puede hacer la ruta por el cañón Partnachklamm. Aquí tenéis la información para hacer la visita de los trampolines y de la ruta.
El segundo pueblo del día es Oberammergau, a tan solo 25 km de Garmisch- Partenkirchen. Puedes alucinar con las fachadas de sus casas. Hay imágenes de diferentes cuentos, de los cuentos de toda la vida, ahora solo tienes que ir descubriéndolas por el pueblo. Lo mejor es ir paseando y encontrándote con estas auténticas obras de arte que asoman a cada esquina que doblas, Os dejamos la ubicación de dos de los cuentos más míticos.
Nos quedaba pendiente la guinda del pastel, la visita de esta gran joya de cuento, y para ello nos acercamos a 50 km de Oberammergau. Concretamente a la localidad de Schwangau donde se ubica el castillo, a escasos 4 km de Füssen.
Más conocido como el castillo del Rey Loco, El Castillo de Neuschwanstein sirvió de inspiración al mismísimo Walt Disney para la creación del Castillo de la Cenicienta.
Día 11: Lago Constanza
Llegaba nuestro último día del road trip y nos dirigimos a conocer dos de los muchos pueblos que rodean este lago. Sus orillas pertenecen a 3 países, Alemania, Austria y Suiza. Si no quieres mover el coche, para desplazarse existen multitud de ferries que funcionan muy bien.
Visitamos Lindau y Friedrichshafen, que pertenecen a la parte alemana. Son pueblos pequeños, con encanto y con un ambiente siempre vinculado al lago.
El primero destaca por su pequeño puerto lleno de vida y custodiado por la torre-faro del siglo XIX y frente a ella, el León de Baviera. Y el segundo es muy diferente al resto de los pueblos de alrededor. Es industrial y aunque tiene un bonito paseo junto al lago con muchos bares y restaurantes, por lo que destaca es por su museo del Zeppelin.
Con esta visita poníamos punto y final a este viaje, lleno de contrastes y donde habíamos llegado nada más y nada menos que hasta Austria. Sin duda, el país más lejano donde hemos ido con nuestra furgo. Un road trip muy especial y que recomendamos al 100%.